TIMAR - EL FUERTE
LOS TORREONES

    Cuando en el año 913 fue destruido 'El Fuerte' los torreones que rodeaban el recinto fueron objeto de un especial ensañamiento y devastación. De los siete torreones que llegamos a localizar en el perímetro de la muralla, solamente 5 son perfectamente identificables, aunque en general se encuentran bastante deteriorados.

    En la siguiente imagen se observan dos de los torreones en mejor estado de conservación y que, al describir el perímetro amurallado, identificamos como T5 y T4 (superior e inferior respectivamente).

    En general, en todos aquellos torreones que aún conservan algo de la estructura original (y por tanto pueden medirse) se observa que son de planta cuadrada o bien rectangular, con unas medidas que rondan entorno a los 4 x 5 m. de lado y una altura que oscila entre los 0 (son simplemente un montón de piedras apiladas) y más de 5 m.

Vista de la torre T4 (con Pedro midiendo la orientación) y detalle de la estructura de la pared

    Aunque la base de los torreones es de piedra cementada con argamasa, bastante similar a la de las murallas, la parte superior está compuesta por elementos mucho más ligeros: piedras de menor tamaño y tierra compactada, aglutinada también con algún tipo de argamasa bastante resistente, de hecho en las torre mejor conservada (la que hemos identificado como T4) llega a dar la impresión que la parte superior de algunas de sus paredes han sido enfoscadas "recientemente".

    Si bien en la imagen adjunta (correspondiente a la torre T5) no se llega a apreciar con suficiente nitidez, en las paredes de los torreones, distribuidos de forma regular, hay una seria sucesiva de orificios equidistantes, todos del mismo tamaño y a la misma altura, denominados agujales, que en su día se utilizaron para la construcción (y facilitar las necesarias labores de reparación y mantenimiento) del muro, mediante la técnica de construcción que se denomina tapial. Orificios análogos a estos pueden ser también observados en antiguas murallas árabes, como las existentes en el barrio del Albaicín de Granada.

    El hecho que en la torre T5 (pese a tener unos 5 m. de altura) no llegue a apreciarse prácticamente la base de piedras de la misma, nos lleva a pensar que esta se encuentra enterrada bajo los numerosos escombros que debieron caer apilados a sus pies cuando fue destruido 'El Fuerte', por lo que su altura real debería ser sensiblemente superior a la actual; hecho que nos induce a pensar que un proceso similar puede darse en otros muchos sectores del perímetro amurallado; por lo que la altura real de toda la construcción sería sensiblemente superior al actual y tener un aspecto mucho más impresionante y amenazador que el que ofrece actualmente.

    Al final de la muralla, en el extremo Oeste de la misma, muy próxima al precipicio sobre el río Nieles, quedan unos pocos restos del que probablemente debió ser el mayor torreón de todo 'El Fuerte', y que por ello hemos dado en denominar como la 'Torre del Homenaje'.

Restos de la "Torre del Homenaje" en el extremo Oeste de la muralla

    De esta construcción solo queda en pie su pared Sur, que llega a tener una longitud anormalmente grande: 8 m. En ella pueden observarse parte de los cimientos, realizados de forma análoga a las otras torres (piedra con argamasa), y un trozo de lo que debieron ser los muros, construidos con un conglomerante mucho más resistente (tiene el aspecto de cemento) muy similar al empleado en la confección de los aljibes, como veremos seguidamente.

    En la cota más baja del perímetro amurallado existe una gran brecha en el muro que da la impresión de haber estado de alguna forma acondiciona o realizada expresamente con algún fin (en el plano la hemos identificado con la letra D), por lo que en su día puedo tratarse de una posible puerta de entrada a la fortaleza por esta vertiente o bien, tal vez, sea parte del sistema de desagües de la misma, ya que se encuentra en la zona más baja del recinto, correspondiendo con el emplazamiento de salida de la escorrentía natural de las aguas de 'El Fuerte'.

Brecha inferior de la muralla

    Aunque no se encuentran propiamente en los torreones (incluso existen algunos más distribuidos irregularmente a lo largo de todo el muro) es precisamente unos metros antes y después del torreón T4 cuando mejor se observan (por encontrarse en perfectas condiciones) unas aberturas en los muros construidas ex profeso, que asemejan pequeñas ventanas o troneras y que nos induce a pensar que en su día tal vez pudo haber algún tipo de pasadizo o habitáculo dentro de los muros o bien, si estos sobresalían varios metros más sobre el terreno circundante, que estas fueran utilizadas para fines meramente defensivos de la fortaleza.

    De hecho, tras el hueco que mostramos en las siguientes imágenes (que tiene unas dimensiones de 30 x 60 cm. y una profundidad de 1 m.), en el fondo del mismo, se puede llegar a advertir una cavidad (de muy difícil acceso) o recinto que pudiera tener algo más de 1 m. de anchura.

Daniel investigando uno de las troneras en el muro, junto a la torre T4 y detalle de la misma

    En las anteriores imágenes se puede apreciar que la construcción de estas troneras debió ser realizada simultáneamente a la del muro ya que, por su estructura, no han podido ser confeccionadas con posterioridad a la de estos.

    Otra posible teoría sobre la utilidad de estos huecos es que se utilizasen como simples desagües para evacuar el agua de lluvia, en caso de precipitaciones torrenciales (no extrañas en la zona). No obstante dada su actual configuración esta resbalaría por la pared de la muralla, propiciando su erosión, por lo que no resultaría práctico.

    Normalmente por debajo de estos huecos, a unos 1,5 m. bajo ellos, suele existir otro orificio en el muro, de confección más irregular que los primeros y que han sido utilizados como madriguera de zorros y otros animales (por lo que están ¡repletos de pulgas!).

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