Trascripción de unos fragmentos (capítulos: XI, XVIII y XX) del libro cuarto (de un total de 10) de Luis del Mármol Carvajal (1797):
Historia del rebelión y castigo de los moriscos del reino de Granada
La información presentada en esta página fue extraída inicialmente de Internet, en la dirección: www.alhaurin.com/lasalpujarras/moriscos/index.htm, aunque en la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes (www.cervantesvirtual.com) se puede consultar los 10 libros que componen esta obra de Luis de Mármol (ver índice)
Capítulo XI
Cómo se alzaron los lugares de la taa de Jubíles, y la descripción della
La taa de Jubíles confina á poniente con las taas de Poqueira y Ferreira, a tramontana tiene la Sierra Nevada, al mediodía el Cehel y á levante la taa de Ujijar de Albacete. Es tierra de muchas sierras y peñas, especialmente á la parte de Sierra Nevada. Hay en ellas veinte lugares llamados Válor, Viñas y Exen, Mecina de Bombarón, Yátor, Narila Cádiar, Timen, Portel, GorCo, Cuxurio, Bérchul, Alcútar, Lóbras, Nieles, Castaras, Notaes, Trevélez y Jubiles, que es la cabeza.
Hacia la parte de Bérchul hay grandes cuevas, que naturaleza hizo y fortaleció entre las peñas en lugares muy secretos, donde los moriscos tenian recogidos muchos bastimentos para el tiempo de la necesidad. A la parte de levante y mediodía cerca esta taa un rio que nace en lo mas alto de Sierra Nevada , junto al puerto de Loh que quiere decir puerto de la Tabla, porque está una tabla de tierra llana en lo mas alto dél, por donde se atraviesa la Sierra Nevada, yendo de Guadix á La Alpujarra.
Este rio es el que llaman de Cádiar, y entre él y el que dijimos que baja de junto a Trevélez y cerca las taas de Poqueira y Ferreira, está la taa de Jubíles, la cual es abundante de pan, trigo, cebada, panizo y alcandia, y de mucho ganado; mas tiene muy pocas arboledas, y la seda que alli se cria no es tan buena como la de las otras taas, especialinente la del proprio lugar de Jubíles.
Jubiles es el lugar principal desta taa, donde se ven las ruinas de un castillo antiguo, en un sitio asaz grande y fuerte, en el cual dicen los moriscos antiguos que habia en tiempo de moros un alcaide y gente de guerra para tener sujetos los lugares de aquel partido, que eran los mas inquietos de la Alpujarra, bárbaros y bestiales sobremanera. Levantáronse los moriscos deste lugar y de los otros desta taa el viérnes víspera de Navidad, cuando los monfís hubieron muerto los cristianos que fueron a alojarse á Cadiar con el capitan Herrera, y lo primero que hicieron fué robar la iglesia y destruir cuanto habia en ella. Luego corrieron a las casas de los cristianos que moraban en el lugar, y no con menor cudicia que ira las saquearon, y prendiéndolos, los metieron en la iglesia con gente de guardia, y allí los tuvieron algunos días, predicándoles su seta y amonestándoles que se volviesen moros, hasta tanto que volvió Farax, y mandó que los matasen a todos; y por su órden los mataron el juéves 30 dias del mes d
Los del lugar de Alcútar se alzaron el mesmo día que los de Jubíles, robaron la iglesia, hicieron pedazos los retablos y imágines, destruyeron todas las cosas sagradas, y no dejaron maldad ni sacrilegio que no cometieron en compañía de los monfís y de Esteban Partal, su capitan. Fueron á casa del vicario Diego de Montoya, beneficiado de aquel lugar, y entrándola por fuerza, le mataron de una saetada. Prendieron al Licenciado Montoya, su sobrino, y cortáronle una mano; saquearon cuanto tenían. Tomaron vivos a Juan de Montoya, beneficiado del lugar de Cuxurío de Bérchul que se halló allí a la sazon y a otros cristianos y cristianas que vivian en él, y llevándolos después á matar al lugar de Cuxurio con otros captivos, como se dirá adelante, mostraban gran sentimiento de pesar por no haber prendido al vicario Diego de Montoya, porque quisieran tomar muy de espacio venganza en el.
Tambíen se alzaron los del lugar de Narila el viernes en la noche, los cuales destruyeron y robaron la iglesia y las casas de los cristianos, y prendiéndolos á todos, y entre ellos á un clérigo de misa llamado Cebrian Sanchez, los llevaron maniatados al lugar de Alcútar; y habiéndolos tenido allí predicándoles su seta y persuadiéndos que se tornasen moros, y amenazándoles que si no se hacian les darian cruelísimas muertes, cuando vieron que les aprovechaban poco sus persuasiones y amenazas, desnudaron todos los hombres en cueros, y los llevaron, las manos atadas atrás, al lugar de Cuxurio, donde los mataron; siendo autores desta maldad Lope y Gonzalo Seniz, vecinos de Cuxurio de Bérchul, que fueron crueles perseguidores de cristianos, y caudillos de monfis.
El lugar de Cuxurio de Bérchul se alzó cuando los otros desta taa, y los rebeldes dichos con cruelísima rabia entraron lo primero en la iglesia, y haciendo pedazos los retablos y las imágines y la pila del santo baptismo, quebraron el arca del Santísimo Sacramento, y no hallando la sagrada hostia de la Eucaristía, que la habia consumido el beneficiado Pedro Crespo, arrojaron con menosprecio y desden todas las cosas sagradas por el suelo. Luego fueron á saquear las casas de los cristianos, y prendieron al beneficiado, que se habia escondido en casa de un morisco su amigo, y le mataron cruelísiamente. A este lugar llevaron los cristianos que habían captivado en el lugar de Alcútar y Narila, y los mataron á todos delante de la iglesia. Al beneficiado Juan de Montoya, que habia sido preso en Alcútar, sacó uno de aquellos herejes el ojo derecho con un puñal, y luego les tiraron á todos al terrero con las ballestas y con los arcabuces, estando presentes á ello Esteban Partal y Lope el Seniz y otros capitanes ...
Los de Mecina de Bombaron se alzaron tambíen el viérnes en la noche, saquearon luego la iglesia, quebraron los retablos, despedazaron las venerables imágines, deshicieron los altares , y finalmente destruyeron y robaron todas las cosas sagradas; y hallando á los cristianos descuidados, los prendieron á todos y les saquearon las casas. En este lugar arbolaron los rebeldes una bandera de tafetan carmesí bordada de hilo de oro, y en medio un castillo con tres torres de plata, que la tenían guardada de tiempo de moros, y el que la tenía se llamaba Andrés Hami, vecino del mesmo lugar. Prendieron al beneficiado Francisco de Cervilla en su casa, y atándole las manos atrás, le dieron muchos bofetones y palos, y le llevaron de aposento en aposento, hasta que les entregó el dinero y la ropa que tenía; y después sacándole fuera, se adelantó un moro que solía ser grande amigo suyo, y haciéndose encontradizo con él en el umbral de la puerta, le atravesó una espada por el cuerpo diciéndole : "Toma, amigo; que mas vale ...
El lugar de Válor está en dos barrios; el alto y el bajo; entrambos se alzaron el viérnes en la noche. Los cristianos clérigos y legos que allí moraban se recogieron, en sintiendo el alboroto, a la torre de la iglesia del barrio bajo, donde estuvieron con harto cuidado aquella noche. Los moros saquearon y robaron la iglesia del barrio alto y las casas de los cristianos; y otro día de mañana los cercaron en la torre, y asegurándoles Bernardino Abenzaba que no les harían níngun mal, los captivaron a todos; y desque hubieron destruído y robado tambien aquella iglesia, los llevaron maniatados a unas casas, y allí les predicaron algunos días la seta de Mahoma; y viendo que aprovechaba poco su predicacion, porque todos decían que eran cristianos y que habían de morir por Jesucristo, sacaron los herejes a los hombres desnudos y maniatados fuera del lugar, y poniéndolos á terrero, les tiraron con arcabuces y ballestas. Los primeros que mataron fueron tres beneficiados, llamados el bachiller Delgado, Alonso García y ...
El mesmo día y en la mesma hora que se alzó Válor, se alzaron los lugares de Yégen y Yátor, en los cuales no fueron menores las crueldades que usaron los enemigos de Dios. Destruyeron y robaron las iglesias y las casas de los cristianos, captiváronlos a todos, y haciéndoles muchos malos tratamientos, vinieron después a darles cruelísima muerte; y entre ellos mataron al bachiller Bravo y a su sacrístan, y un vecino que se decía Juan de Montoya, que se escapó herido de una saetada en la cabeza, fué ¿parar á Ujíjar, donde tambien fué muerto con otros muchos cristianos que allí había.
Capítulo XVIII
Cómo el marques de Mondéjar pasó al castillo de Jubiles, y los caudillos de los moros se fueron huyendo sin pelear
Los moros que iban huyendo delante de nuestro campo fueron á parar a Jubíles, donde tenían recogidas las mujeres y la riqueza de aquellas taas, pensando defenderse en el sitio de aquel castillo antiguo que dijimos, el cual era asaz fuerte para cualquier batalla de manos. Su intento era entretenerse allí algunos dias, mientras se trataba de medios de paz, porque Jerónimo Aponte les había dado esperanza dello, por lo que había entendido en Pítres de la voluntad del Marqués, aunque el Zaguer y los otros caudillo estaban temerosos de ver que no les había querido dar seguro firmado de su nombre, y sospechaban lo que por ventura llevaban en pensamiento, que haría algún castigo ejemplar en los autores del rebelion. Dando pues y tomendo sobre este negocio de reducirse, hubo varias opiniones entre los moros aquella noche. Los malos, á quien las culpas hacian perder la esperanza del perdon, decían que degollarse todas las mujeres cristianas que tenían captivas, y que se pusiesen en defensa y peleasen todo su posible, ...
Capítulo XX
Cómo los cristianos ocuparon el castillo de Jubiles, y de la mortandad que hicieron aquella noche en la gente rendida
Está el castillo de Jubiles en la cumbre de un cerro muy alto, arredrado de las casas la parte de levante; y aunque tiene los muros por el suelo, es sitio en que los enemigos se pudieran defender si su desconformidad no se lo estorbara. Caminando pues nuestra gente hácia él, a la media ladera del cerro bajaron tres moros ancianos con la bandera de paz delante; y siendo asegurados para poder llegar, dijeron al marques de Mondéjar cómo los caudillos con la gente de guerra se habian ido yendo, y que ellos por sí y por l oque dentro del castillo estaban, le suplicaban los quisiese recibir á merced. Entonces mandó á don Alonso de Cárdenas y á don Luis de Córdoba, y á don Rodrigo de Vivero y á otros caballeros, que se adelantasen y se apoderasen del castillo y de lo que hayasen en él; los cuales lo hicieron luego, no sin murmuracion de los soldados, pareciéndoles que lo aplicaria todo para sí; mas el marques le dió á saco todo el mueble, en que habia ricas cosas de seda, oro, plata y aljófar, de que cupo la mejor ...
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