Los 15 habitantes de Tímar celebran las fiestas de la Asunción

Las mujeres sacaron a la Virgen en procesión en una tradición que se mantiene intacta a pesar del exilio de los habitantes del pueblo

Las mujeres sacan a la Virgen en procesión. /R. VÍLCHEZ

RAFAEL VÍLCHEZ/TÍMAR

    Las fiestas de Tímar en honor a la Asunción de la Virgen han vuelto a congregar en torno a la pequeña plaza, centro de vida de este intacto pueblecito alpujarreño, a sus quince habitantes, a la mayoría de las personas que un día tuvieron que marchar para poder prosperar y a los vecinos de los pueblos del alrededor, Lobras, Cádiar y Juviles, entre otros. Antiguamente, en Tímar, anejo del municipio de Lobras, las fiestas suponían una parada que rompía la monotonía diaria de una sociedad que se ganaba el pan en tareas agrícolas, con la crianza de gusanos de seda, y el trabajo en los telares.

    Los mayordomos de las fiestas de Tímar han sido este año Emilio Rodríguez, Rafael Romero y Antonio García. A pocos metros de la barra de copas, la charanga 'Golde' de Churriana de la Vega se encargó de amenizar el festejo.

Procesión

    La imagen de la Asunción de la Virgen fue procesionada por mujeres, y la del Niño Jesús por niños. A lo largo de los dos días de fiesta se organizaron sesiones de cine, hubo baile hasta el amanecer con el 'Grupo Especial', fuegos artificiales, degustaciones y la actuación del mago Luis Alza, entre otras actividades.

    Una hija de este pueblo, Encarna Ruz, residente en Pamplona desde hace 40 años, relató a IDEAL sus recuerdos de un pueblo completamente cambiado, como el comercio. «Antiguamente había varias tiendas que ya han desaparecido», recuerda. «Hace también muchos años, mi marido, por ejemplo, trasponía con sus mulos cargados de fruta hasta Lanjarón, porque allí conseguía vender la mercancía a mayor precio. Recuerdo que empleaba siete horas en ir y otras tantas en volver. Además, se criaban gusanitos de seda, y las mujeres solían trabajar en los telares familiares para fabricar sábanas de lana, mantas y otras cosas». Todo ha cambiado desde entonces. Pero la tradición de las fiestas, se mantiene.

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