TIMAR: EL FUERTE


    Recibe el nombre de 'El Fuerte' una loma o serreta con forma de pirámide truncada, en cuya falda se encuentra enclavado el pueblo de Tímar, y que está orientada de la siguiente forma:


Vistas de las vertientes Norte y Oeste de 'El Fuerte',
también se observa la vereda de acceso, desde el camino a Juviles.

  • En su cima, pese a su antigüedad y abandono, es todavía posible distinguir los restos (bastante deteriorados) de lo que fuera una antigua fortaleza árabe de grandes dimensiones y cuyo nombre pudo ser el de 'Hisn Xubalejo: que fuera destruida por Abderramán III / Abd al-Rahmân III en el año 913 (arrebatándosela a los partidarios de Abenhafsún / Umar Ibn Hafsûn que lo utilizaron como refugio durante la rebelión muladí) y que ya en tiempo de los moriscos ( 1492 - 1571 ) era un campo de labor (F. Rodríguez pág. 94). En este sentido, en un extenso artículo sobre Abderramán III de la "Wikipedia", puede leerse:
    En la primavera de 913, Abderramán III dirigió personalmente la primera aceifa por tierras de Andalucía, campaña denominada en todas las crónicas: de Monteleón por ser este castillo (cerca de Mancha Real, Jaén) su primer objetivo, ... Poco después, el ejército omeya se dirige al castillo de Juviles, en las Alpujarras de Granada, y después de arrasar sus campos sembrados de trigo y cebada, talar sus árboles y destruir todos sus recursos sitia el castillo, que se defiende muy bien, porque queda fuera del radio de tiro de las catapultas. Entonces el emir de Córdoba hizo construir una plataforma donde instaló un gran almajaneque que bombardeaba sin cesar con sus proyectiles de piedra la fortaleza, además de cortarle el agua. Al cabo de quince días los muladíes consiguen salvar sus vidas a cambio de entregar a los jefes cristianos y aliados de Omar Ibn Hafsún, unos 55, que fueron decapitados.
    y extraido de la Crónica anónima de Abd-Al-Rahman III, Al-Nasir (traducida por Levi-Provençal en 1950, citada por Carmen Trillo San josé: La Alpujarra: Historia, Arqueología y Paisaje, Diputación Provincial de Granada, Granada 1992), se indica que se desarrolló una sangrienta batalla entre muladíes y el Califato de Córdoba, como consecuencia de la elevación de los impuestos y la rigidez económica de los Omeyas. Abderramán III sofocó violenta y rápidamente la rebelión, pero los seguidores de Ibn Hafsûn, se hicieron fuertes en el castillo de Juviles.
    "El único que resistió fue el de Jubiles, por estar lejos y ser difícil atacarlo con piedras de almajaneque y porque lo ocupaba un grupo de hombres del malvado Ibn Hafsûn, que eran muy valientes y esforzados; pero Al Nâsir persistió en asediarlos, les atacó con toda fuerza y violencia, construyó una plataforma en la que instalar el almajaneque, y les cortó el agua, hasta lograr vencerlos, tomar el castillo por asalto y matar a todos los secuaces de Ibn Hafsûn, que se encontraban en él. Esta conquista le valió la de todos los castillos de Farwa y sus alrededores"
  • Así mismo, en sus estibaciones existieron asentamientos de romanos, como lo demuestran los restos de cerámica que han sido encontrados, tal como indica a C. Trillo, en la pg. 43, del libro "Pensar la Alpujarra":
    "... yacimientos romanos... Es el caso de dos de ellos situados en torno a unas minas de cinabrio. Uno se encuentra en la ladera sur del cerro en donde se ubica el Fuerte de Jubiles (1.309 ms de altura). Aquí se ha hallado terrae sigillata y tegulae fuera del recinto amurallado del castillo. Frente a él, mirando al sur, están situadas las minas.
  • Cuenta la leyenda que ...
    ... primitivamente lo habitó un rey o príncipe negro oriundo de la India llamado Hadd-Aben-Katmat, con su esposa favorita, Zulema-Alhamar Mahmud e hija y heredera única de las cuantiosas riquezas del jefe supremo de la morería granadina, el yayo Alhamar-Ebn-Alkiteb, que casi siempre habitaba en Cadiar. Y se cuenta que el príncipe negro dejó enterrado dentro del castillo un cofrecillo mediano lleno de brillantes, rubíes, zafiros, esmeraldas y otras gemas preciosas que constituían un importante tesoro de riquezas sin cuento y que hasta la fecha nadie lo ha encontrado. También se sabe, por tradición, que este castillo se comunica con el río por una mina y que fue construida por los cristianos prisioneros. En el interior hay una abertura y dentro de ella muchos huesos, tal vez de cristianos que no quisieron abrazar el mahometismo. Allí se encuentran los restos de un asesino del pueblo, que, por venganza familiar, había matado a Jusef, moro renegado que había abrazado las creencias de Jesucristo Crucificado. Una noche, la del día de Todos los Santos del año 1565, se vieron espectros y figuras diabólicas que corrían, aullaban y se retorcían en tropel satánico..., y en la noche de Difuntos, 2 de noviembre de 1572, observaron muchas personas una larga procesión que parecía un larguísimo entierro, de seres infernales, que llevaban al asesino de Jusef el cristiano ya para que sirviera de ejemplo en todos los tiempos, ya para que se conviertan los hombres asesinos y malvados.

    El castillo de Jubiles, por
    JOSÉ LINARES PALMA

  •     Dejando de lado las leyendas, y como paso previo al estudio y análisis pormenorizado de 'El Fuerte' en su estado actual, las principales referencias bibliográficas en las que distintos autores citan este lugar son:


        Es por ello que tomando como punto de partida esta descripción que en su día hizo Spahni, en la que el escritor diferencia muy claramente entre el que sería castillo de Juviles y la fortaleza de 'El Fuerte', y ante los posibles "errores" o contradicciones de otros autores, nos hemos planteado algunas cuestiones que creemos están poco claras y que podrían ser objeto de debate entre los especialistas, entre las que cabría destacar:

    1. Por el uso que se hizo de él, el castillo que existía en Juviles durante la sublevación de los moriscos de la Alpujarra, debió ser una construcción de época más reciente y estar en mejor estado que 'El Fuerte', ya que se constata que durante esta rebelión:
      1. Se cita que contaba con dos aljibes, cuando realmente hay tres.
      2. En su interior se refugiaron numerosas personas: ancianos, mujeres y niños.
      3. Era posible defenderla fácilmente, ubicando una pieza de artillería en su entrada.
      4. Se hicieron reparaciones en la misma (que con posterioridad fueron deshechas).

      Por contra, 'El Fuerte' pudo ser una construcción mucho más antigua que ya en época morisca estaba convertido en un campo de labor, por lo que:

      1. Como tal campo de labor que ya era, en aquella época, su valor como refugio para los moriscos de Jubiles, durante la citada sublevación, debería ser muy pobre ya que carecía de lugares donde guarecerse ni tiene posibilidad para un fácil abastecimiento (agua o comida), máxime si se compara con las magníficas facilidades para ocultarse que ofrecen la cabecera de los ríos Nieles y Tímar en las estribaciones de Fuente Fría, sobre el pueblo.
      2. Aunque se ubicara una pieza de artillería en su entrada sería del todo ineficaz, ya que no impediría un fácil asalto por su flanco sur o el oeste, donde las murallas estaban semiderruidas.
      3. Cuando tras la expulsión de los moriscos se efectúa el repartimiento de estos territorios, no hay constancia de las reformas y reparaciones que en teoría habían sido realizadas unos años antes y que deberían de alguna forma ser todavía visibles con claridad; no llegando siquiera a hacerse mención de las mismas.

    2. Cuando se efectuó el amojonamiento de Tímar y Lobras (F. Rodríguez: pág. 112-118) se cita que el límite con Juviles viene sobre la cresta de la loma, procedente del 'Tajo del Águila', y al llegar a las murallas del fuerte, sigue estas, para luego volver a retomar nuevamente la cresta y continuar hacia lo que hoy es el 'Peñón hundido' y monte espeso.
      Hecho que resulta un tanto ilógico cuando lo más natural hubiese sido, desde sus orígenes, continuar en todo momento por la cresta de la serreta amoldándose a los accidentes naturales del terreno.


    3. Finalmente tampoco parece excesivamente lógico que la que debió ser la construcción mas importante de Jubiles, y que para su óptima funcionalidad debería estar ubicada en el centro de su área de influencia, se sitúe precisamente en el extremo más meridional del mismo, aislada de las vías lógicas de comunicación.

        Ante la serie de dudas e hipótesis anteriormente planteadas, la posibilidad que muy pocos de los autores citados haya recorrido detenidamente la zona (que ha llevado incluso a la reciente aparición de datos erróneos en los medios de comunicación, ver recortes de prensa) y sobre todo por el aparente desconocimiento, olvido o falta de interés de las administraciones y estamentos competentes en la materia, ha movido nuestro interés por intentar salvaguardar y recuperar estos lugares, por lo que hemos decidido tomar la iniciativa y provistos únicamente de unas herramientas sumamente básicas como son: planos de la zona, brújula, cinta métrica y una cámara fotográfica, hemos realizado una pequeña labor de campo, recorriendo concienzudamente las estribaciones del cerro de 'El Fuerte', y cuyos resultados nos han permitido realizar interesantes hallazgos, a la vez que nos han abierto un sin numero de nuevas preguntas e interrogantes por desvelar.

        Por este motivo nos parece excesivamente aventurado que (como vimos anteriormente) algún autor local haya llegado incluso a afirmar:

    "En la parte más baja de lo que fue el recinto amurallado, que es donde hay algún fondo de tierra, no queda nada de la muralla ni de las construcciones ..."
    puesto que por diversas que sean las posibles dificultades a superar:

    ninguna de ellas resulta insalvable y nosotros mismos, que somos totalmente inexpertos en estas materias, simplemente con una mirada algo crítica sobre los vestigios actualmente existentes y unos simples (aunque numerosos) paseos por la zona, hemos realizado los siguientes "descubrimientos":

        Con el fin de presentar y organizar toda la información que hemos ido recopilando y que seguidamente exponemos, la hemos dividido en los siguientes apartados:


    Ramón Barragán, "Alcázar en la Contraviesa. Un retrato vivo de la Alpujarra Baja", pág. 163:

    MULADÍ: Hispanos convertidos al Islam. Eran la mayoría de la población de al-Andalus. Muchos, sobre todo campesinos, se convirtieron para no tener que pagar impuestos especiales, pero también porque la profesión de la fe islámica no les llevaba a renegar de Jesús, ni de la Virgen María. En el formulario, que tenían que recitar en su conversión, se decía, entre otras cuestiones: "Afirma que no hay más Dios que Allah, el único; que Muhammand es su siervo, que Jesús, hijo de María, es su enviado, su verbo y su espíritu, que transmitió a María..." Con el acto de la conversión ante notario cambiaba su estatus jurídico, pero no la situación social, de ahí que se unieran mozárabes a los siervos en sus protestas sociales o en determinados conflictos, pues solo eran distintos a ellos en su religión.

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